Tu primer mes como opositor: guía de arranque total

La plaza no se consigue el primer día, pero se puede perder si empiezas mal.

El primer mes como opositor es clave. No por lo que estudias, sino por lo que decides. Cómo te organizas, cómo interpretas lo que te espera, con qué actitud te enfrentas a la rutina. La mayoría de los que abandonan una oposición lo hacen antes del tercer mes. No es por incapacidad, es por falta de visión, método y claridad. Esta guía te ayuda a empezar con todo lo necesario para no ser uno más de esa estadística.

Empezar bien no significa saberlo todo. Significa tener claro qué haces, por qué lo haces y cómo vas a sostenerlo.

El objetivo del primer mes no es dominar el temario ni hacer récords de horas. Es construir los cimientos de un sistema que puedas mantener. Si te organizas mal, si te exiges demasiado pronto o si trabajas sin foco, quemas energía que más adelante vas a necesitar. Aquí tienes lo que debes tener claro desde el primer día.

Fases del primer mes

Tu inicio como opositor puede dividirse en tres fases básicas, que se solapan pero requieren enfoques distintos:

• Semana 1: adaptación y toma de concienciaReconocer dónde estás, qué exige esta oposición y qué cambia respecto a tu vida anterior. Aquí se activa el compromiso.

• Semana 2: primeras rutinasHorarios, materiales, lugar de estudio, forma de trabajar. Es el momento de empezar a construir hábitos.

• Semanas 3 y 4: validación del sistemaEmpiezas a ver si el plan que hiciste funciona. Ajustas tareas, detectas puntos débiles, decides qué sostener y qué corregir.

El éxito no está en ir a máxima velocidad, sino en saber cuándo acelerar y cuándo parar para ajustar.

Errores frecuentes al empezar

Muchos opositores se sabotean desde el inicio. Estos son los errores más comunes:

• Querer abarcar todo el temario cuanto antes

• Estudiar sin saber cómo hacerlo (sin método, sin estructura)

• Imitar a otros sin conocerse a uno mismo

• No revisar lo trabajado ni planificar repasos

• Creer que “cuantas más horas, mejor”, sin medir rendimiento real

• Cambiar de estrategia cada semana

Evitar estos errores desde el principio te ahorra meses de frustración.

Qué debes tener claro desde el día 1

• Esta oposición es una carrera de fondo. Si no sabes regularte, te quedarás sin gasolina.

• No puedes confiar en tu memoria. Necesitas sistema de estudio y repaso.

• Vas a dudar de ti. La clave es seguir aunque no veas resultados inmediatos.

• Estudiar bien es más importante que estudiar mucho.

• Lo que no mides, no mejora. Haz test, evalúa, ajusta.

• El entorno importa: limpia tu espacio, reduce distracciones, marca límites.

Qué tareas sí debes hacer desde el primer mes

• Estudiar los primeros temas con lectura activa y subrayado

• Empezar tu libreta de errores o arrastre desde el primer test

• Probar al menos un supuesto práctico (aunque sea difícil)

• Registrar el tiempo real de estudio diario y lo que haces en cada bloque

• Leer convocatorias, bases y normativa básica (aunque no todo de golpe)

• Hacer un test de arranque cada lunes para activar la mente

No esperes a sentirte “preparado” para empezar a hacer las cosas bien. Empieza desde ya, aunque sea a medio ritmo.

Lo que debes permitirte al empezar

• No entender algunos temas a la primera

• Tardar más de lo previsto en organizarte

• Necesitar ayuda o consejo para estructurar tu estudio

• Cometer errores de novato (si los corriges rápido, no pasa nada)

• Sentirte inseguro al principio (es normal y pasa)

Lo que no puedes permitirte es pasar un mes sin saber si estás avanzando o simplemente acumulando páginas.