top of page

Si has parado, pero no has abandonado: cómo retomar sin castigo

Volver al estudio no requiere motivación. Requiere método y perdón.

Todos los opositores se caen alguna vez. Pero no todos saben cómo levantarse sin hacer aún más daño. A veces has dejado de estudiar una semana. Otras, un mes. Puede que haya sido por trabajo, por un problema personal o simplemente por saturación. Y ahora quieres volver. Pero no sabes por dónde. Ni cómo. Ni si vas tarde. Lo primero que debes saber es esto: volver es posible si dejas de exigirte como si nunca te hubieras parado.

No te reincorpores al estudio como si no hubieras parado. Hazlo como alguien que ha aprendido lo que pasa cuando lo dejas.

El error más común al retomar es intentar recuperar el ritmo anterior en dos días. Es como volver al gimnasio y levantar el peso que movías hace tres meses. Te rompes. Con la oposición pasa lo mismo. No puedes exigir el máximo cuando vienes de estar parado. Pero sí puedes reconstruir un sistema que te vuelva a poner en marcha sin culpa ni caos.


Qué no hacer cuando retomas

  • Abrir el temario por la mitad sin saber en qué punto lo dejaste

  • Empezar un tema nuevo sin haber repasado lo anterior

  • Querer estudiar el doble como castigo por haber parado

  • Hacer un test sin corregirlo porque “ya es tarde para analizar”

  • Compararte con cómo ibas antes o con cómo van los demás

Todo eso solo aumenta la ansiedad. Y desde ahí no se estudia. Se sobrevive.


Qué hacer para retomar con cabeza

  • Haz un diagnóstico real: qué llevas, qué se ha olvidado, qué bloqueaste

  • Empieza por repasar temas ya conocidos, aunque sea con esquemas o test cortos

  • Reorganiza tu calendario: olvida el anterior. Haz uno nuevo con los días y semanas reales que tienes ahora

  • Fija metas pequeñas: un bloque, un test, un repaso. Solo eso. Luego otro

  • Apunta lo que haces cada día: necesitas ver que estás avanzando de nuevo

Volver con claridad es más útil que volver con prisa.


Cómo saber que ya estás dentro otra vez

  • Empiezas a entender lo que lees sin tener que releer cinco veces

  • Haces test y te importa más el análisis que el número de aciertos

  • Tus repasos ya no son pesados: vuelves a reconocer lo que habías trabajado

  • Recuperas sensaciones de estudio real, aunque no sean perfectas

  • No te castigas cada vez que tienes un día flojo

La vuelta no se mide por intensidad. Se mide por continuidad.


Lo que debes permitirte esta vez

  • Volver poco a poco, sin necesidad de “demostrarte nada”

  • Usar técnicas nuevas si las anteriores te llevaron al bloqueo

  • Contar lo que te pasó si te ayuda a soltar el peso

  • Fallar en los primeros test de vuelta sin que eso te derrumbe

  • Redibujar tu sistema. Porque volver no es repetir. Es rehacer.

 
 
 

Comments


bottom of page